El otro día un niñato que no llegaba a los 20 años en un castizo español me agredió verbalmente con chulería y prepotencia diciendo que nos iban a echar a todos los argentinos que veníamos a vivir bien aquí.
Particualmente llevo casi 40 años pagándole impuestos a este estado que no repercuten en los trabajadores que viven en la misma comunidad que yo. Ese niño si estudió, o si trabaja, cosa que no aparentaba, solo tiene claro que lo que dice el demagogo de turno, es lo que va a misa.
¿Saldrán bandas fascistas con bates de beisbol a la caza del argentino?, por ahora perdonan al moro porque les sigue dejando el gas a bajo precio a las empresas que prestan el servicio en españa, que tampoco son españolas.


¡Aclaremos dijo el lechero y le puso agua a la leche!
Repsol no es una empresa del estado español, sino que hay algunos ciudadanos españoles, fianancieron y capitalistas que hacen de empresarios, que son dueños de una parte de las acciones, ni siquiera la mayoritaria, donde otros titulares de paraísos fiscales, de México, y EEUU y otros privados que son de Argentina, manejan el paquete accionarial. Pero ni YPF es del estado argentino, o sea al servicio de sus ciudadanos, ni Repsol es española: al servicio de los trabajadores del estado español.
Si el gobierno argentino recupera para el estado argentino YPF y la pone al servicio de los intereses de la ciudadanía y del pueblo trabajador, entonces se estará restaurando una de aberraciones de la historia que fué cuando los españoles volvieron a conquistarnos a finales del S.XX.
Esta vez vinieron sin espejitos y sin arcabuces, sin derramar sangre en lo inmediato, pero llevaron hambre y miseria a pueblos enteros. Esos resultados son los que defiende el demagogo Rajoy al servicio del IV Reich y contra el propio pueblo del estado español.