El sábado más de bienvenida y con poca participación en el asado de la noche. El domingo empezó con una misa de campaña con dos decenas de asistentes entre los cuales resaltaban un jinete vestido a la usanza gaucha y uno al estilo andalús.
Pasaron en total los dos días más de 800 personas, en algunos momento la amplitud del espacio impedía contabilizar el personal pero cuando se llegaba a las barras y al al acto final de una forma contínua fueron defilando personas y otras permanecieron todo el tiempo. Lo raro o estraño, cuando hubo más argentinos fue durante el asado, pero un 40 % eran naturales de aquí, el éxito de convocatoria choca con la participación en las acciones directamente programadas para contemplar los gustos del público argentino.
Carrera de sortijas donde un juez de pista y un competidor eran argentinos y el resto naturales del estado Español.
La tasa de participación en las pruebas ecuestres registró un aumento del 10% respecto a la edición de Vallgorguina, quizás por el hecho de poder dejar el caballo a dormir en el mismo lugar de las pruebas. Pero no era lo que se esperaba, quizás por no haber podido salir a tiempo para recibir el apoyo promocional de la Revista Hípica Catalana que nos apoyó con tan buena repercusión en mayo.
En definitiva, habrá que perfilar más para evitar un derroche tan grande de energías para que el público pueda disfrutar y que la respuesta haya sido tan poco condescendiente con el mismo.
No han habido pérdidas insoportables, pero no hubo beneficio. El déficit básicamente se produjo por las pocas reservas concretadas para el asado. La gente reservó y dijo que pagaría al llegar, luego no lo hizo y los organizadores tuvieron que asumir más de 30 raciones de asado que no se pudieron servir porque los que hicieron las reservas no las concretaron pagando los tickets en la mesa de entradas, inscripciones e información general.
Los paseos a caballo hubieran sido una opción más práctica por la novedad que representaron, así como los paseos para niños en burro, en ponys y en carrito tirado por un borrico catalán.
Pero de algo estamos seguros todos y nadie lo puede negar. No pueden compararnos con los resultados de otra fiesta similar, porque esta Fiesta Gaucha, y nosotros mancomunados: la Associació Ramón Santamarina, los Gauchos en Europa y el Casal Argentino somos los únicos que hemos hecho dos hasta ahora con pruebas típicas argentinas, donde se ven recados y aperos criollos, asados a precios de saldo y todo un día de emociones fuertes. Quizás hasta nos decidamos a solicitar ser incluídos en alguna federación de pruebas típicas al igual que el "pull bending" que nosotros llamamos pruebas de riendas.
